No, no os asustéis, es que somos un poco exagerados en mi familia.
Pero si queréis poneros manos a la obra y hacer unas cuantas delicias típicas de estas fechas, estas son mis recomendaciones:

Templaremos leche con azúcar y un palo de canela, e iremos sumergiendo rebanadas de un dedo de grosor en ella.
Por otro lado, pondremos una sartén con aceite de oliva, suficiente para cubrir las rebanadas, al fuego y, mientras tanto, pasaremos las rebanadas bañadas en leche, por huevo batido.
Tras freir, dando varias vueltas en la sartén, dejaremos empapar sobre papel de cocina e iremos rebozando en una mezcla de 6 partes de azúcar por 1 de canela.
Aviso, es adictivo. Y si las dejas reposar, al día siguiente se crea una miel, que ni las mejores abejas.
De todos modos, como dice mi hermano, el ingrediente secreto es fundamental. Qué cuál es: pues mucho amor
Ya me contaréis que tal.
Las nuestras, ya veis
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